El reparto de China

Durante el siglo XIX China sufrió una opresión por parte de las potencias occidentales, que en esta época tenían un claro carácter imperialista. Normalmente en Asia se manifestó el imperialismo en forma de protectorados o concesiones, en los que un país controla la riqueza y la política exterior de otro. En África se manifestaba en forma de colonias de explotación, en las que un país usaba a otro como fuente de riqueza, y en Oceanía en forma de poblamiento, que consiste en mandar gente de un país a vivir a otro.

Esta caricatura se llama “ China, pastel de reyes y emperadores” , fue pintada en 1885 y publicada en un periódico francés. En ella se representa el reparto de China por las potencias imperialistas. El propósito de la imagen es criticar el imperialismo y su afán por conquistar y explotar otros países.

En realidad no se repartieron China como parece indicar la imagen, ya que la mayoría de los tratados desiguales(los pactos que China se vio obligada a firmar con otros países) consistían en obligar a China a abrir algunos de sus puertos para el comercio libre y la cesión de algún territorio a otro país durante un tiempo determinado, aunque si que se diferenciaron cinco zonas de influencia controladas por Inglaterra, Alemania, Rusia, Francia y Japón.

En la imagen se a varias personas que representan a los dirigentes de algunos países y una especie de tarta en la que pone “China”. Varias de estas personas están con cuchillos para cortar la tarta, otras están observando y al fondo hay una que parece estar quejándose. Las personas que están con cuchillos representan, de izquierda a derecha, a la reina Victoria de Inglaterra,al emperador de Alemania Guillermo II y al zar de Rusia Nicolás II. El hombre que está a la derecha y no tiene cuchillo representa a Meiji Tenno, emperador de Japón, y la mujer que está en segundo plano representa a Marianne, símbolo de la República francesa. El anciano que se está quejando representa a China.

En esa época Inglaterra, Alemania, Rusia, Japón y Francia tenían como objetivo la dominación de otros países para aumentar su territorio y sus riquezas. En este caso su objetivo era mantener el comercio con China, ya que les proporcionaba grandes beneficios. El objetivo de China era librarse del comercio de mercancías que le perjudicaran, como el opio.